Panorama Judicial.- En el marco del Día Internacional de las Juezas, el Tribunal Constitucional reconoció este lunes a Miriam Germán Brito por su inspiradora trayectoria, destacando su integridad, templanza, objetividad, inclusión y liderazgo en la justicia y por la justicia.
Durante la ceremonia, Germán Brito expresó su gratitud por el homenaje y recordó con emotivas palabras su vida dedicada a la justicia: «Doy las gracias por este homenaje a mi vida, que en su mayor parte la he pasado en un oficio que he amado y que amo». También extendió su agradecimiento a los miembros del Tribunal Constitucional, en especial al presidente del pleno, el magistrado Napoleón R. Estévez Lavandier.
La jueza recordó sus humildes inicios en La Jibías, donde nació en la casa de una de sus bisabuelas, hija de haitianos y curandera.
Con nostalgia y algo de humor, relató sus experiencias infantiles y sus primeras lecciones de disciplina al asistir a la escuela pública, donde tuvo la dicha de aprender de docentes que conservaban la moral hostosiana. Mencionó especialmente a Alexis Brache, un hombre brillante y amante de la literatura, quien fue víctima de la represión por tomar fotografías de una protesta.
Miriam Germán Brito ha desempeñado su carrera en dos ámbitos de la administración de justicia: en el Ministerio Público y como jueza, escalando paso a paso cada nivel sin saltarse ningún peldaño. «Vi a mucha gente pasarme por el lado echando polvo, no me importó», recordó con firmeza.
En su discurso, también expresó su gratitud a dos figuras clave en su carrera, don Víctor Castellanos y don Jacinto Peynado, quienes la apoyaron a pesar de las diferencias ideológicas. Asimismo, envió un mensaje a quienes se inician en la carrera judicial, recordándoles la importancia de la preparación constante, el estudio interdisciplinario y el compromiso con la justicia social.
«Los humildes, los que no tienen voz, deben recibir nuestra atención. No podemos seguir sumando exclusión a un sistema que ya los ha marginado», afirmó.
La magistrada advirtió a las nuevas generaciones de jueces que la carrera no siempre será fácil y que enfrentarán dificultades y castigos inmerecidos. No obstante, enfatizó la importancia de actuar con valentía y responsabilidad, sin dejarse intimidar por las consecuencias. «No creo que esté bien aquello que se lee en el Martín Fierro de que la justicia cuando va a golpear duro, lo hace siempre para abajo», reflexionó.
Este reconocimiento por parte del Tribunal Constitucional reafirma el papel de Miriam Germán Brito como un referente en la lucha por una justicia equitativa y al servicio de todos, especialmente de los más vulnerables.