Salud

Plasma Convaleciente: Tratamiento para enfermos de coronavirus.

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Nueva York.- A medida que surgen más y más casos, existe una necesidad creciente y desesperada no solo de tratar adecuadamente, sino de encontrar una cura para COVID-19. Esto es cierto particularmente en Nueva York, que está lidiando con un aumento devastador de casos de coronavirus.

Debido al incremento en los números, Nueva York lanzará un ensayo clínico para un tratamiento farmacológico experimental el martes. También planea ser el primer estado de la nación en tratar de curar a pacientes críticos utilizando los anticuerpos extraídos del plasma de individuos que se han recuperado del virus.

El gobierno federal despejó el camino para que Nueva York experimente con el medicamento contra la malaria y el lupus hidroxicloroquina y el antibiótico Zithromax (nombre genérico azitromicina) como tratamiento para COVID-19, dijo el gobernador Andrew Cuomo durante el fin de semana.

TRATAMIENTO ACTUAL PARA COVID-19

Aunque la Administración de Alimentos y Medicamentos de EE.UU. (o FDA como es conocida por sus siglas en inglés) le dejó el camino libre a Nueva York para que experimente con los medicamentos, actualmente no hay medicamentos aprobados por la FDA específicamente para el tratamiento de pacientes con COVID-19, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC).

Actualmente, el tratamiento clínico para quienes tienen COVID-19 incluye la prevención de infecciones, medidas de control y atención de apoyo, como oxígeno suplementario y apoyo ventilatorio en los casos más graves.

Sin embargo, los CDC señalan que hay una serie de medicamentos que han sido aprobados para otras enfermedades, así como varios medicamentos en investigación, que se están estudiando en ensayos clínicos que se están llevando a cabo en todo el mundo. Entre estos medicamentos se encuentran la hidroxicloroquina y la azitromicina.

HIDROXICLOROQUINA Y CLOROQUINA

La hidroxicloroquina y la cloroquina son medicamentos recetados que se han utilizado para el tratamiento de la malaria y ciertas afecciones inflamatorias como el lupus. Según los CDC, la cloroquina se ha utilizado para el tratamiento de la malaria y la quimioprofilaxis, mientras que la hidroxicloroquina también se usa para el tratamiento de la artritis reumatoide, el lupus eritematoso sistémico y la porfiria cutánea tardía.

Durante ciertos estudios, ambos fármacos presentaron actividad in vitro contra el SARS-CoV, el SARS-CoV-2 y otros coronavirus, aunque la hidroxicloroquina tiene una potencia relativamente más alta contra el SARS-CoV-2 (el virus que produce la enfermedad COVID-19), según los CDC. Actualmente, la cloroquina o la hidroxicloroquina se recomiendan para el tratamiento de pacientes hospitalizados con COVID-19 en varios países.

Debido a su mayor actividad in vitro contra el SARS-CoV-2 durante los estudios y su mayor disponibilidad en los Estados Unidos en comparación con la cloroquina, la hidroxicloroquina ya se ha utilizado en pacientes hospitalizados con COVID-19 de forma no controlada, señalan los CDC.

En un pequeño estudio, según los CDC, se informó que la hidroxicloroquina sola o en combinación con azitromicina redujo la detección del ácido ribonucleico del SARS-CoV-2 en muestras de vías respiratorias.

Actualmente, la hidroxicloroquina está bajo investigación en ensayos clínicos para la infección por SARS-CoV-2 y el tratamiento de pacientes con COVID-19 leve, moderado y grave, según los CDC.

La principal preocupación de usar cloroquina e hidroxicloroquina es la cardiotoxicidad, especialmente el síndrome de QT prolongado, que es una condición del ritmo cardíaco que puede causar latidos cardíacos rápidos y caóticos. Esta preocupación es particularmente más aguda cuando se trata de pacientes con problemas de salud subyacentes e inmunosupresión, según los CDC.

Debido a estas preocupaciones, los CDC recomiendan precaución al considerar estos medicamentos en pacientes con afecciones médicas crónicas o en aquellos que reciben medicamentos que podrían interactuar y causar arritmias (problemas con la frecuencia o el ritmo cardíaco).

Sin embargo, los CDC señalan que, según los informes, que los medicamentos han sido bien tolerados en pacientes con COVID-19.

Sin embargo, los expertos en enfermedades infecciosas dicen que es demasiado pronto para llegar a tal conclusión. Sin embargo, la publicidad en torno a la hidroxicloroquina ha alimentado la escasez de es medicamento en el país, informó NBC News. Esto ha dejando a quienes lo necesitan desesperadamente, como las personas con lupus o artritis reumatoide, sin sus medicamentos tan necesarios.

En al menos un caso de automedicación, una pareja de 60 años tomó fosfato de cloroquina en un intento de prevenir COVID-19. El hombre y la mujer cayeron gravemente enfermos, y el hombre finalmente falleció.

El ingrediente tóxico que consumieron no era la forma de medicamento de cloroquina usado por humanos, sino que era un ingrediente utilizado como tratamiento de parásitos para los peces.

La esposa del hombre le dijo a NBC News que había visto sesiones informativas televisadas durante las cuales Trump promocionó los beneficios potenciales de la cloroquina.

ZITHROMAX (AZITROMICINA)

Zithromax (también conocido por su nombre genérico azitromicina) es un antibiótico que combate las infecciones bacterianas, incluyendo infecciones respiratorias, infecciones de la piel, infecciones del oído, faringitis estreptocócica, neumonía y enfermedades de transmisión sexual.

De manera similar a los posibles efectos secundarios de la hidrocloroquina, aquellos que usan azitromicina pueden experimentar una frecuencia cardíaca rápida que pone en peligro su vida, especialmente en adultos mayores.

Los efectos secundarios adicionales incluyen problemas hepáticos; reacciones alérgicas; diarrea; náuseas, vómitos, dolor de estómago; o dolor de cabeza.

Un equipo de investigadores de la Universidad de Miami (UM) con la española Sylvia Daunert al frente ha desarrollado una prueba para saber si una persona tiene coronavirus sin necesidad de que intervenga un laboratorio

PLASMA CONVALECIENTE

El lunes, Cuomo agregó una técnica más anticuada, plasma convaleciente, como otra alternativa.

Cuomo explicó que la FDA aprobó que el Departamento de Salud del Estado de Nueva York procediera con la técnica experimental como parte de «atención compasiva». El tratamiento, ya está en existencia hace siglos y se usó durante la epidemia de gripe de 1918, antes de las vacunas modernas y los medicamentos antivirales, reportó NBC News.

«Lo que hace es tomar el plasma de una persona que fue infectada con el virus (pero que superó la enfermedad), procesar el plasma e inyectar los anticuerpos en una persona enferma», dijo Cuomo.

«Se han realizado pruebas que muestran cuando una persona es inyectada con los anticuerpos que luego estimulan y promueven su sistema inmunológico contra esa enfermedad. Es solo una prueba. Es una prueba para personas que están en estado grave», el gobernado continuó.

COVID-19 EN NUEVA YORK

El martes, el día en que se inició el tratamiento experimental con los medicamentos en el estado, Cuomo advirtió que la propagación de COVID-19 no enseñan pruebas de desaceleración y aplanamiento, sino que los casos estaban aumentando rápidamente (duplicando cada tres días) y más peligrosamente de lo inicialmente proyectado.

Cuomo dijo la semana pasada que el pico de infección era de 45 días. Sin embargo, el martes dijo que el estado puede ver este pico en tan solo dos semanas.

El estado de Nueva York vio su total de casos positivos llegar a 25,665 el martes cuando la cifra de muertos subió a 189. La ciudad de Nueva York tiene más de 14,900 casos y su número de muertes aumentó a al menos 131.

La ciudad de Nueva York ahora representa el 60% del total del estado y alrededor del 35% de todos los casos en Estados Unidos.

Fuente: Telemundo.

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