Panorama Actual. Cada 1 de octubre se celebra el Día Internacional del Vegetarianismo, una conmemoración instaurada en 1977 por la Sociedad Vegetariana de los Estados Unidos, y ratificada al año siguiente por la Unión Vegetariana Internacional. El objetivo es promover los principios del vegetarianismo y generar conciencia sobre los beneficios de una alimentación basada en plantas, tanto para la salud humana como para el medio ambiente y el bienestar animal.
El vegetarianismo ha ganado popularidad por diversas razones: éticas, ambientales, de salud y económicas. Muchas personas adoptan esta dieta para evitar el sacrificio animal, reducir el impacto ambiental de la producción de carne o prevenir enfermedades crónicas como la diabetes, hipertensión y ciertos tipos de cáncer.
Existen varias formas de vegetarianismo. Los ovolactovegetarianos no consumen carne, pero incluyen en su dieta huevos y lácteos. Los vegetarianos estrictos o veganos eliminan todos los productos de origen animal, incluidas la miel, los lácteos y los huevos. El veganismo, sin embargo, va más allá de la dieta y abarca todos los aspectos de la vida, evitando el uso de productos animales en ropa, cosméticos y otros ámbitos.
El término plant-based o «basado en plantas» se refiere a una alimentación que prioriza los productos de origen vegetal, pero no excluye necesariamente los productos animales en su totalidad.
Numerosos estudios y organizaciones, como la American Dietetic Association (ADA), han concluido que una dieta vegetariana bien planificada es saludable y puede prevenir enfermedades crónicas. Sin embargo, requiere atención especial para asegurar el consumo adecuado de nutrientes esenciales como proteínas, hierro, calcio y vitamina B12.
La licenciada en Nutrición Natalia Bosch Estrada subraya que “una dieta vegetariana es segura en todas las etapas de la vida, siempre que esté bien supervisada para evitar deficiencias nutricionales”.
Una de las preocupaciones más comunes es cómo obtener suficientes proteínas sin consumir carne. Las legumbres, los productos de soja, los frutos secos y los cereales integrales son buenas fuentes de proteínas vegetales. La doctora Marianela Aguirre Ackermann, de la Sociedad Argentina de Nutrición (SAN), recomienda combinar legumbres y cereales para obtener un perfil de aminoácidos completo.