Panorama Internacionales. -Escalar la montaña más alta del mundo es un desafío monumental, incluso para los alpinistas experimentados, ya que acceder a él exige una resistencia física extraordinaria y una fortaleza mental capaz de soportar el agotamiento extremo, las condiciones climáticas impredecibles y el peligro constante de caídas, avalanchas y mal de altura.
Sin embargo, mientras los adultos luchan por conquistar la cumbre, un niño de 13 años rompió las expectativas y estableció un nuevo récord mundial al llegar a la cima de la montaña más emblemática del planeta.
El 22 de mayo del año 2010, Jordan Romero, un joven californiano, hizo historia al convertirse en la persona más joven en alcanzar la cima del monte que se encuentra a 8,848 metros sobre el nivel del mar; el joven acompañado por su padre, su madrastra y un pequeño equipo de sherpas, logró superar uno de los ascensos más peligrosos y desafiantes del planeta.
Desde la cima, hizo una emotiva llamada telefónica a su madre, quien, emocionada, recibió el mensaje de su hijo: “Mamá, te llamo desde la cima del mundo”.
Jordan superó el récord anterior, que estaba en manos de un joven de Nepal de 16 años, Temba Tsheri y posicionándose como un niño prodigio del alpinismo.
La proeza de Jordan Romero fue recibida con entusiasmo por sus seguidores, quienes lo aclamaron como un modelo de perseverancia y valentía juvenil. Sin embargo, no todos compartieron esta admiración. La comunidad de alpinismo se mostró escéptica, considerando que un niño tan joven no podría comprender completamente los peligros de escalar una montaña de tal magnitud.
Algunos expertos, como lo hizo el alpinista británico Kenton Cool en conversación con The Guardian, subrayaron los riesgos inherentes de escalar el Everest, incluso para personas con experiencia. Cool, quien escaló el Everest en numerosas ocasiones, declaró que “no existe una ascensión sin riesgos”, haciendo hincapié en lo complejo que resulta el ascenso, especialmente en áreas conocidas como la “zona de la muerte”, donde la falta de oxígeno puede ser fatal.
Además, algunos críticos se preguntaron si los padres de Jordan no estaban llevando a su hijo a un terreno peligroso por su propio beneficio, más que por el de su hijo.
El debate también se extendió a otros logros juveniles, como el de la australiana Jessica Watson, quien en 2010 se convirtió en la persona más joven en dar la vuelta al mundo en solitario, lo que levantó preocupaciones similares sobre los riesgos de que los adolescentes asuman retos tan extremos.
Sin embargo, el padre de Jordan, Paul y su madrastra, Karen, defendieron su decisión, asegurando que la expedición fue cuidadosamente planificada y que la seguridad de su hijo siempre fue la prioridad.