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Pez remo o mensajero del «Dios del mar»: ¿puede presagiar catástrofes naturales?

Pez remo y los terremotos
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En las profundidades de las aguas, un gigantesco, misterioso y enigmático pez se roba toda la atención de la comunidad científica, no solo por su excentricidad, sino más bien por ser inusual: se trata del pez remo o más conocido entre los moradores y aficionados como el ‘mensajero del Dios del Mar’.

No es un depredador nato, pero ostenta el título de uno de los peces más temidos del océano; no sale mucho a la superficie, pero cuando lo hace infunde más temor que cualquier animal con instinto predatorio; no es muy conocido y tampoco muy estudiado. Sin embargo, su nombre es sinónimo de las más atrayentes, atemorizantes y populares leyendas marítimas.

A oídos de todo el mundo puede parecer uno más de las miles de especies que habitan las profundidades de las aguas y, quizás, un tanto lo es. De no ser, claro, porque tiene una estructura ósea digna de admirar; unas características taxonómicas que dan cuenta de su excentricidad; y, como si fuera poco, una presencia que antecede los más catastróficos desastres naturales.

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Extrañeza científica para los expertos, especie de malos presagios para las leyendas japonesas y misterio irresoluble para los aficionados, el tamaño del pez remo es equivalente a las millones de teorías que rondan su existencia. Un verdadero y misterioso tesoro que aguarda impasible a más de mil metros por debajo de la superficie.

¿Guarda relación con las catástrofes naturales?

¿Qué relación puede tener un largo y huesudo pez con la aparición de desastres naturales como tsunamis y terremotos? A simple vista, nada; para la cultura japonesa, por el contrario, lo tiene que ver todo.

De acuerdo con el folclore japonés, cuando el ‘Mensajero del Palacio del Dios del Mar’ -como también es conocido el pez remo- emerge de las profundidades de las aguas, un gran movimiento telúrico es inminente. Terremotos, tsunamis y hasta huracanes, se cree que este pez puede llegar a vaticinar hasta los más desastrosos fenómenos naturales.

Esta fama de predictor viviente de catástrofes proviene de la mitología japonesa, que narra la vida de los yakoi, unas criaturas cuya existencia va más allá del entendimiento humano. En especial, el pez remo es comparado con ‘Namazu’, un siluro gigante que se refugia en las profundidades de la isla asiática. De una fuerza incontrolable, está asociado a todo tipo de desgracia o desastre.

Esta especie atrajo su atención después del devastador terremoto de Tohoku (Japón), en marzo de 2011, que -junto con el tsunami que provocó- la muerte de 19 mil personas. Los observadores relacionaron retrospectivamente el sismo con avistamientos del pez remo, que rara vez aparece por las costas de Japón, entre 2009 y 2010.

Al menos una docena de peces remo llegaron a la costa de Japón el año anterior al terremoto de Fukushima de 2011 y al posterior tsunami, lo que generó artículos sobre la supuesta conexión entre los avistamientos y los terremotos.

En julio de 2015, se capturó un pez remo vivo cerca de la isla de Santa Catalina, en la costa sur de California. Fue el tercer pez remo visto en 19 meses en las aguas que rodean la isla o arrastrado a tierra.

En 2014, un espécimen fue arrastrado a tierra a lo largo de la costa de Santa Mónica y en 2013, en solo una semana, se encontraron dos especímenes muertos en las costas de la isla Santa Catalina.

En todos esos episodios hubo sismos en las mismas fechas lo que llevó a relacionar la presencia de este animal con el riesgo de temblores.

A falta de comprobación científica, son muchos los expertos que rechazan la teoría de que el pez remo funja como mensajero de desastres. “Difícilmente se puede confirmar la asociación entre los dos fenómenos”, escribió el sismólogo Yoshiaki Orihara y sus colegas en un artículo en el Boletín de la Sociedad Sismológica de América.

Por su parte, hay otros conocedores, como el sismólogo japonés Kiyoshi Wadatsumi, que aunque no descartan del todo la hipótesis, ofrecen una explicación mucho más racional del asunto: “Los peces de aguas profundas -como el pez remo- viven cerca del fondo del mar y son muy sensibles a los movimientos de fallas activas que los que se encuentran cerca de la superficie del mar”, de acuerdo con el portal argentino ‘Página 12’.

¿Mito o realidad? Lo cierto es que las apariciones esporádicas y poco comunes del pez remo siempre vienen con una ola de preocupación, incertidumbre y temor entre los ciudadanos japoneses.

El pez huesudo más largo del mundo

Con hasta 17 metros de longitud y más de 200 kilos de peso, el pez remo obtiene el título de pez óseo más largo del mundo.

Aunque su cuerpo es gigantesco, sus aletas, en cambio, no lo son tanto. “Muchas veces se le identifica por su morfología en forma de cinta, con aletas pequeñas en los costados”, de acuerdo con ‘National Geographic’. Se ha observado que nada por medio de su aleta dorsal y también puede nadar en una posición vertical.

Pueden vivir tanto en el norte como en el sur del planeta, pero es más común encontrarlo en las zonas tropicales de los océanos templados. Se cree que habitan principalmente la capa mesopelágica -aguas marinas situadas entre 200 y 1.000 metros de profundidad-, y que, esporádicamente, nadan como 20 metros cerca de la superficie.

Su tamaño y su localización no son los únicos aspectos que despiertan la curiosidad de los científicos. Su mandíbula dentada y su cuerpo delgado y desprovisto de escamas son, hoy por hoy, otras de las grandes incógnitas que eclipsan su apariencia. De acuerdo con ‘National Geographic’, en lugar de escamas, la piel del pez remo es viscosa y plateada.

Su dieta, por otra parte, es igual de llamativa que sus características físicas: se basa en peces y calamares pequeños que puede masticar con sus peculiares dientes afilados. Los krills, en especial, resultan todo un manjar digno del pez huesudo más largo del mundo.

Su peligrosidad no hace honor a su apariencia monstruosa. Aunque, de lejos -y de cerca también- parezca un depredador tan letal como mortífero, la realidad es que no representa una amenaza para los otros animales. Bueno, excepto para las presas que utiliza como alimento.

“Son animales solitarios que llevan sus vidas alejados de la luz, en las profundidades más recónditas de los mares templados”, de acuerdo con ‘National Geographic’.

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