Cilia Flores, esposa del presidente venezolano, Nicolás Maduro, aseguró este jueves que el líder opositor Juan Guaidó estaba el frente de los fallidos ataques marítimos en los que, según el Gobierno, murieron ocho personas y aseguró que «no se salva de esta» por sus vínculos con los atacantes.
«El señor Juan Guaidó no se salva de esta, está comprobado plenamente que él era el que estaba al frente e iban a poner como comandante en jefe-presidente si cumplían con todo lo que estaba pautado», aseguró durante una reunión televisada con varios miembros del gabinete, entre ellos, el ministro de Defensa, Vladimir Padrino.
Uno de los principales asesores de Guaidó en EE.UU., Juan José Rendón, que renunció posteriormente a su cargo, reconoció que firmó un acuerdo preliminar con la contratista militar estadounidense Silvercorp para esos ataques por los que llegó a pagar 50.000 dólares, si bien explicó que finalmente no les dio «luz verde» y que Guaidó no lo firmó.
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PRUEBAS QUE DEMUESTRAN SU VINCULACIÓN
Pese a que Guaidó se ha sumado a la declaración de Rendón y ha negado que sea su firma la que está en el contrato con Silvercorp, Flores respondió en la reunión que en el documento está «la firma de él» y «no la puede negar».
Además, se refirió a un audio difundido por el Gobierno en el que se escucha a Guaidó hablar con el representante de Silvercorp, un exmilitar estadounidense llamado Jordan Goudreau, del que dijo que no puede negar que es su voz.
«Hay pruebas grafotécnicas y pruebas de la voz que pueden demostrar que es él el que está hablando», aseguró Flores, también diputada en la Asamblea Nacional Constituyente (ANC), una entidad compuesta solo por chavistas, de reconocimiento internacional limitado y que ha asumido de manera progresiva las funciones del Parlamento.
«UN SECTOR OPOSITOR ENTREGADO A INTERESES EXTRANJEROS»
En opinión de Flores, en ese documento firmado por Rendón «están plasmadas las intenciones de un sector de la oposición entregado a intereses extranjeros».
«Aquí podemos nosotros llegar al fondo de lo que son ellos en verdad (…) Es el cuerpo del delito, está plasmado lo que iban a hacer, lo que comenzaron a ejecutar», añadió la esposa de Maduro, a la que el mandatario denomina «primera combatiente», antes de añadir que «en este caso están todos los elementos» probatorios.
Pese a que, según la explicación de Rendón, Silvercorp no recibió «luz verde» para el ataque, las autoridades venezolanas frenaron dos incursiones marítimas tras las que fueron detenidas 45 personas.
Entre ellos están los exmilitares estadounidenses Airan Berry y Luke Denman, ambos identificados como empleados de la contratista según las pruebas difundidas por el Gobierno de Maduro.
DESERTORES CAPTURADOS
Por su parte, Padrino informó de que las autoridades han capturado a 39 militares venezolanos que habían desertado de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) cuando trataban de ingresar al país a través de la frontera con Colombia.
«Tenemos que suponer que venían a cumplir también una tarea como parte del esquema general de la incursión por vía marítima (…) para cometer todas las atrocidades que iban a cometer», dijo.
El titular de Defensa consideró que dichas incursiones no se pueden calificar como una invasión pero rechazó que se intente «banalizar» lo que fue «una operación militar muy bien planificada» con «objetivos muy bien detallados».
La incursión, ahondó, fue «preparada en territorio extranjero, con financiación extranjera, con equipamiento suministrado por potencias como Estados Unidos y el mismo Gobierno de Colombia y con la protección de ese Gobierno».
Fuente: EFE