Panorama Internacional. Este lunes ha sido de conocimiento público la información de que por primera vez, el Vaticano desarticulará una rama de la Iglesia que consideran como una secta.
Supuestamente esta organización involucra las más altas esferas del gobierno de Donald Trump, oligarcas rusos y a la extrema derecha española.
Hoy, los representantes del Sodalicio de Vida Cristiana (SVC), una entidad con miles de fieles y con implementación, en América Latina y en Estados Unidos, están convocados en uno de los dicasterios del Vaticano, equivalente a un ministerio de la Santa Sede en Roma, a una reunión que terminará con la disolución de la misma.
La Santa Sede los califica al Sodalicio de Vida Cristiana como una “secta abusiva”, debido a las multiples denuncias de casos de abusos sexuales, castigos físicos, sadismo, de sometimiento y de aislamiento y alegadamente, también habrían constituido empresas pantalla en paraísos fiscales, blanqueando unos 1.000 millones de dólares desde su fundación, en el año 1971.
La “secta” fue creada por Luis Fernando Figari, admirador de Primo de Rivera. Obsesionado con las ideas del dictador español y como forma de expandirse, se convirtió en grupo religioso.
Se estima que esta organización tiene más de 20.000 miembros en el mundo, básicamente, hombres y mujeres blancas, adinerados y con ideas de corte conservadoras y elitistas.
En la reunión a la que están convocados sus representantes, se les entregará el decreto firmado por el papa Francisco que dicta su disolución. Una vez lo tengan en las manos, será oficial su desmantelamiento.