El cierre del paso a desnivel de las avenidas 27 de Febrero y Máximo Gómez, donde el pasado sábado murieron nueve personas tras desprenderse una de sus paredes, mantiene el tránsito congestionado en las calles aledañas.
En el sector Miraflores, contiguo a la 27 de Febrero, las calles han estado llenas de vehículos lunes y martes, mientras los conductores buscaban vías alternas para llegar a su destino.
Las autoridades de la Dirección General de Seguridad de Tránsito y Transporte Terrestre (Digesett), así como la Policía Nacional trabajan en todo el entorno para restablecer la normalidad en el tráfico.
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Algunos conductores manifiestan que los agentes de la Digesett no saben lo que están haciendo.
“Uno va allí, atajan a uno, estamos todos atajados”, destacó un conductor.
«Gracias a Dios que hoy no hay escuela, porque estuviera peor», agregó un chofer de transporte público en la avenida 27 de Febrero.
Las personas que viven y estudian en las empresas y centros de este sector se vieron afectados por el desvío que tomaron los vehículos del transporte público. Esta situación permaneció desde tempranas horas.