Panorama Opinión. Saludamos la iniciativa de las nuevas autoridades edilicias de Santo Domingo Este de eliminar los vertederos que abarrotaban la carretera de Mendoza, desde la avenida San Vicente de Paul, hasta la Charles de Gaulle y un poco más allá. Pero siempre aparece un pelo en el sancocho.
Esta iniciativa no ha sido concebida con un debido planeamiento para la recogida de los desechos sólidos –basura—que se amontona hoy en los patios, callejones de las viviendas.
Hablamos específicamente de la calle Ultramar, un cul de sac –calle sin salida–, en donde la recogida de basura es nula. ¿Cuál sería la propuesta de las autoridades municipales de la zona ante la situación imperante?
No podemos comerla, tampoco reciclarla en los hogares, pero los camiones no pasan y hay multas elevadas para todo aquel que sea sorprendido colocando fundas de desechos. Entonces, estoy ideando una especie de recetario para que podamos terminar de una vez por todas con el calvario heredado de las anteriores autoridades.
Ya tengo un libro de recetas, sobre cómo cocinar la basura, ante la indolencia e indiferencia de las autoridades municipales. Va desde un locrio de zambumbia, hasta un asopao de papel higiénico, sin faltar el colorido sancocho de desperdicios. Si es así que iniciamos. ¡Dios!, acógenos en tu santo seno, amén.