Panorama Nacional. Para los cristianos, la Semana Santa representa un tiempo de profunda reflexión y celebración, en el que se conmemoran la pasión, muerte y resurrección de Jesús de Nazaret. Es un período simbólico que recuerda los últimos días de su vida, su sacrificio en la cruz y su victoria sobre la muerte.
A continuación, se detalla el significado de cada uno de los días de la Semana Santa, resaltando su importancia para los católicos alrededor del mundo.
El Miércoles de Ceniza marca el comienzo de la Cuaresma en el calendario litúrgico católico. Su rito más representativo es la imposición de la ceniza en la frente de los fieles, obtenida a partir de la incineración de los ramos bendecidos el Domingo de Ramos del año anterior.
El término «Cuaresma» proviene del latín quadragésima y hace referencia a los cuarenta días de preparación espiritual previos a la Pascua. Este número es recurrente en la Biblia: el diluvio duró “cuarenta días y cuarenta noches” (Génesis 7,12), el pueblo de Israel vagó por el desierto durante 40 años, y Jesús pasó 40 días en el desierto en oración y ayuno. Más que un período de prueba o sufrimiento, la Cuaresma simboliza un tiempo de renovación y conversión espiritual.
El Jueves Santo marca el comienzo del Triduo Pascual, los tres días más importantes de la Semana Santa. Se recuerda la Última Cena de Jesús con sus discípulos, donde instituyó la Eucaristía y realizó el gesto del lavatorio de los pies como símbolo de servicio y humildad.
Según los Evangelios, Jesús compartió la cena con sus doce apóstoles, anunciando su inminente muerte y la traición de uno de ellos, en referencia a Judas Iscariote. Durante este encuentro, tomó el pan, lo partió y lo entregó a sus discípulos, diciendo: “Tomad y comed todos de él, porque este es mi cuerpo, que será entregado por vosotros”. Luego, al compartir el vino, lo llamó “el cáliz de su sangre”, estableciendo así el sacramento de la Eucaristía.
El Viernes Santo es un día de recogimiento y penitencia, pues se recuerda la pasión y crucifixión de Jesús. Fue acusado de blasfemia ante Poncio Pilato, quien, presionado por la multitud, autorizó su condena a muerte. Durante esta jornada, se reviven momentos clave como la flagelación, la coronación de espinas, el camino al Calvario con la cruz a cuestas y, finalmente, su muerte y sepultura.
Uno de los actos litúrgicos más representativos de este día es el Vía Crucis, que recrea el recorrido de Jesús hacia la cruz. En él se rememoran distintos episodios de su sufrimiento, como sus tres caídas, su encuentro con María, el momento en que fue despojado de sus vestiduras y su crucifixión.
El Sábado Santo es un día de reflexión y espera. Representa el tiempo entre la muerte y la resurrección de Jesús, un momento de silencio y recogimiento en el que los fieles recuerdan la promesa de Cristo: “Al tercer día resucitaré”.
Durante esta jornada, se celebra la Vigilia Pascual, una ceremonia que tiene lugar desde la noche del sábado hasta la madrugada del domingo. En ella, los sacerdotes visten de blanco o dorado como símbolo de alegría por la inminente resurrección. La vigilia se considera la antesala a la celebración más importante del cristianismo.
El Domingo de Pascua conmemora la resurrección de Jesús, el acontecimiento central del cristianismo. La palabra Pascua significa «paso», simbolizando el triunfo de Cristo sobre la muerte y su paso a la vida eterna.
Además, este día marca el fin de la Cuaresma, poniendo término a los 40 días de penitencia y dando inicio a un tiempo de alegría y renovación espiritual para los creyentes.