Panorama Opinión. El pasado miércoles 15 de enero, el Senado de Estados Unidos entrevistó al representante del estado de la Florida, Marco Rubio, nominado por el presidente Donald Trump como secretario de Estado de esa nación para su administración 2025-2029.
En dicha cita, el senador, hasta ese momento, esbozó los planes o acciones de política exterior del nuevo gobierno que arranca este 20 de enero, en medio de grandes expectativas de fortaleza del orgullo americano.
En ese encuentro, Marco Rubio habló de México, Venezuela, Nicaragua, Irán, Israel, Rusia, China y dio un tratamiento especial a la República Dominicana. Afirmó que esta última es una de las naciones que han estado haciendo las cosas correctas, con una economía pujante, crecimiento del turismo y que superó con buenos índices la pandemia, pero con una gran amenaza: Haití.
Que en el Congreso de los Estados Unidos, en especial en el Senado, nuestro país sea mencionado de manera positiva por un legislador, ahora funcionario, es motivo de alegría. Esas expresiones evidencian que nos tienen respeto y algo estamos haciendo bien.
Rubio no solamente dijo lo que él observa de República Dominicana. Esas son cosas reales que todos podemos ver y saber: nuestra economía es robusta, pero con retos, nuestro turismo es puntero en la región y logramos superar exitosamente la pandemia gracias al trabajo de dos administraciones, una a la que tocó iniciar el manejo de dicha crisis y otra que tuvo a su cargo la apertura económica, además de vacunar a su gente.
Junto a lo dicho por el nuevo funcionario, el Gobierno de Estados Unidos, en la última semana, colocó dos publicaciones en sus redes sociales. Primero, resaltando la colaboración entre ambos países en la lucha contra el narcotráfico. Segundo, agradeciendo al ministro de Industria y Comercio, Víctor (Ito) Bisonó, por organizar un seminario sobre los semiconductores.
Todas estas valoraciones de agentes externos deben hacernos sentir orgullosos. Es cierto que tenemos una economía pujante y en constante crecimiento. Gozamos de un buen posicionamiento en materia turística, seguridad de la inversión y jurídica, además de un ambiente de paz, que favorece todo lo anterior.
El gobierno del presidente Luis Abinader logró la recuperación del turismo tras la pandemia. Aunque dicho sector es la única política pública con continuidad de Estado, es de reconocer que en su administración también se restauraron la industria, las zonas francas y, sobre todo, ha habido un incremento de las exportaciones.
Al margen de las diferencias políticas y partidarias, todos debemos valorar y cuidar el país que tenemos. Todos hemos aportado para su crecimiento, con retos y muchas cosas que mejorar, ciertamente, pero hay motivos para sentirnos orgullosos de cómo nos ven y nos consideran otros en materia económica y social.