Psicólogos alertan sobre el impacto negativo del uso excesivo de dispositivos electrónicos en niños y adolescentes
Medios Panorama | | 3 mins de lectura 
Panorama salud._ El Colegio de Psicólogos Dominicanos lanzó una alerta sobre los efectos perjudiciales que está provocando la adicción a los dispositivos electrónicos y el uso indiscriminado de redes sociales en niños y adolescentes, destacando que sus cerebros aún inmaduros no están preparados para procesar la gran cantidad de información a la que están expuestos.
La presidenta del gremio, Yanys Mejía, y José Manuel Ortiz, secretario de Divulgación Científica, reconocieron que la tecnología tiene su parte positiva porque las personas están más comunicadas y hay mayor flujo de información, pero eso tiene un componente muy negativo, principalmente para los jóvenes, que son los que resultan más afectados, por el sobreuso de los dispositivos electrónicos.
Efectos en niños y adolescentes
Mejía explicó que, desde edades muy tempranas, los niños son expuestos a tabletas y celulares, a menudo como estrategia para mantenerlos tranquilos. Sin embargo, esto tiene serias consecuencias, ya que estos dispositivos no siempre cuentan con un control adecuado de contenido, y los niños, en muchos casos, pueden desbloquear restricciones y acceder a información inapropiada.
Recordó que ese extracto poblacional está manejando una gran cantidad de informaciones, y en su gran mayoría no tienen la capacidad de analizarlas.
En adolescentes, los problemas son más graves, ya que las redes sociales pueden exponerlos a contenidos que los inciten a autolesionarse, desarrollar conductas peligrosas o incluso atentar contra su vida. Además, destacó que el tiempo prolongado frente a pantallas está relacionado con la falta de atención escolar, el aislamiento social y problemas de salud como obesidad y sedentarismo.
Adicción a las redes sociales
José Manuel Ortiz, por su parte, explicó que el uso desmedido de las redes sociales, como Instagram y Facebook, está vinculado con una sobreestimulación de dopamina en el cerebro, generando dependencia.
Según Ortiz, este ciclo lleva a los jóvenes a pasar cada vez más tiempo en plataformas en busca de placer, lo que afecta su estado de ánimo y autoestima.
“Las redes presentan un mundo idealizado donde todo es perfecto. Al no poder acceder a ese mundo, los jóvenes tienden a devaluarse, aumentando la posibilidad de desarrollar problemas emocionales y conductuales,” explicó Ortiz.
Dijo que hay estudios en Estados Unidos y España que hacen referencia al impacto negativo que tiene el uso de las redes sociales, llámese Instagram o Facebook, sobre el estado de ánimo del joven , porque ahí lo que se va a encontrar es un mundo de fantasía, donde la gente siempre está sonriente, divirtiéndose, es decir, un mundo liderado por el placer
Explicó que quienes han estudiado el placer a nivel cerebral aseguran que genera dopamina, “y esa dopamina hace que la gente se sienta bien, entonces, ¿qué es lo que vemos en las redes? Vemos ese mundo, y nosotros queremos ese mundo”.
Agregó que, con los adolescentes, la situación se empeora más, porque ya tienen más informaciones, y hay casos de programas que están en las redes que instan a esos niños hasta a suicidarse, y otros los instruyen para provocarles daños físicos a familiares y amigos.
Llamado a Padres y Tutores
Los psicólogos, entrevistado por Héctor Herrera Cabral en el programa D´AGENDA, que cada domingo se difunde por Telesistema canal 11 y TV Quisqueya para los Estados Unidos, instaron a los padres a supervisar el uso de dispositivos electrónicos en sus hijos y fomentar actividades recreativas fuera de las pantallas. Mejía advirtió que el uso excesivo de tecnología está afectando la capacidad de los niños para interactuar socialmente, desarrollar habilidades motoras y mantener un equilibrio emocional.
El Colegio de Psicólogos Dominicanos reafirma que, si bien la tecnología tiene aspectos positivos, el uso sin control está generando una adicción con efectos devastadores, especialmente en niños y adolescentes. Los expertos llaman a una mayor conciencia sobre el uso responsable de dispositivos y redes sociales para proteger el bienestar de las generaciones futuras.
