Panorama Internacional. Este lunes, en cuando Trump asuma la Presidencia de los Estados Unidos, el expresidente Joe Biden subirá a un helicóptero que lo sacará del Capitolio, para dejar atrás Washington, la ciudad a la que llegó en 1973 con solo 30 años como el senador más joven del país y de la que ahora se marcha con cierto resentimiento.
Según fuentes cercanas al mandatario consultadas por EFE, Biden ya no mantiene contacto con algunos de sus aliados más cercanos, con quienes su relación se deterioró después de que buena parte del Partido Demócrata le presionara para abandonar la candidatura y ceder el testigo a Harris tras un desastroso debate televisado contra Trump.
Aunque Biden se hizo a un lado, algunos demócratas le culpan del regreso de Trump y creen que se aferró demasiado tiempo a la candidatura, dejando a Harris con solo 107 días para construir una campaña que no logró imponerse.
El presidente de EE.UU., Joe Biden, cerró su última semana en la Casa Blanca con emotivos discursos de despedida ante el cuerpo diplomático, los líderes militares e, incluso, un mensaje televisado a la nación. Sin embargo, sus palabras, cargadas de amargura, reflejaron una realidad ineludible: gran parte de su legado será desmantelado por Donald Trump.
Esta no es la forma en la que Biden había imaginado el final de medio siglo de carrera política. El mandatario deseaba que los libros de Historia recordaran sus cuatro años en el poder como un gran capítulo, pero ahora su Presidencia podría quedar reducida a un simple pie de página, un paréntesis en la era Trump.
En las últimas semanas, Biden, quien a sus 82 años es el presidente de mayor edad en la Historia del país, ha dejado claro que abandona el poder a regañadientes, convencido de que tenía mucho más que aportar, aunque también ha reconocido que su salud podría haberse resentido con otros cuatro años en el poder. EFE