Con el sonido ensordecedor de las sirenas y el humo cubriendo el horizonte, los habitantes de Santiago viven con el miedo constante de que su barrio sea el próximo en caer bajo la furia del fuego.
¿Qué está provocando el constante seguimiento de desastres? ¿Cuál es la capacidad de las autoridades para controlar situaciones de emergencia?
Mientras las llamas se expanden, las preguntas no cesan, y la ciudad se encuentra en un potencial punto crítico, con el riesgo de convertirse en un infierno.
La ciudad corazón arde. Los recientes siniestros han llamado la atención nacional tanto por la magnitud como por el lugar afectado: las llamas atacan y cobran un mercado, dos zonas francas y arrasan una comunidad completa (18 viviendas totalmente destruidas levantadas en las cercanías del barrio Los Santos ubicado al norte).
Santiago ha pasado de una ciudad tradicional a una metrópoli moderna. Aunque mantiene sus raíces, evoluciona con la dinámica de ser centro comercial, enclave económico, polo cultural y educativo en el interior de República Dominicana.
Pero este crecimiento no va al de las mejoras en los servicios básicos, por ejemplo, la capacidad de respuesta ante catástrofes o siniestros.
El Cuerpo de Bomberos de Santiago fue creado el 27 de febrero de 1894, y este año de su 130 aniversario pasó sin pena ni gloria. Se trata de una de las organizaciones más antiguas de la ciudad y uno de los primeros cuerpos del país.
Pero al día de hoy, ¿qué capacidad de respuesta tenemos ante la ocurrencia de siniestros?
El cuerpo de bombero de Santiago de los Caballeros cuenta con los siguientes equipos:
– 6 camiones bombas
– 4 camiones cisterna (2 de 3,000 galones, 1 de 5,000 y uno de 1,500)
– 1 camión escalera de 85 pies, con capacidad de alcanzar un séptimo piso máximo
La población del municipio cabecera, Santiago de los Caballeros, es de 771,748 y su cuerpo de bomberos es de apenas 51 miembros, por lo que su relación bombero-habitante es de un bombero por cada 15,132.
El promedio de la relación bombero-habitante se estima, según la media de América Latina, de uno por cada mil.
Los hombres y mujeres que integran el pelotón que ha de librar las batallas, deben multiplicarse en sus tareas y hacer un gran esfuerzo.
La apatía de los jóvenes a integrarse a la labor de servicio y sacrificio que significa ser bombero se manifiesta en los números, pues el Cuerpo de Bomberos de Santiago ha pasado de 144 miembros en 2010 a 51 en 2024.
Ante la crisis de personal y equipos es común el auxilio entre cuerpos de bomberos de la provincia e incluso de otras cercanas.
Los municipios y distritos han creado o mantenido cuerpos como por ejemplo el distrito municipal Santiago Oeste, creado por la Ley 65-18 promulgada por el Poder Ejecutivo el día 28 de diciembre del año 2018, vino a tener autoridades instaladas en 2020. Dentro de las provisiones recibidas por el municipio estuvo heredar una equipada estación de bomberos que en la actualidad cuenta con 31 miembros.
La Canela, Sabana Iglesia y Puñal tienen 12 efectivos entre bomberos y choferes. Licey totaliza 10, Tamboril unos 17 y Palmar Arriba (distrito de Villa González) cuenta con 4 miembros. Navarrete con 11, San José de las Matas con 6, Jánico con 4 y en el caso de Villa González unos 28 miembros, según dijo su coordinador ya que la nómina no está disponible.
La provincia tiene en nómina 198 bomberos (numero que es mucho menor en la práctica como veremos más adelante) para cubrir sus 2,804.87 kilómetros, donde viven 1,074,679 personas distribuidos en 452,590 viviendas, según el más reciente censo de la Oficina Nacional de Estadística.
La correspondencia bombero habitante en la provincia es de uno por cada 5,428 personas.
La cantidad ideal de bomberos se estima en 1,075, partiendo de uno por cada mil habitantes.
Los que figuran en nómina no son exactamente los que pasan revista frente a las llamas. Los jefes de plazas consultados se quejan de no tener personal disponible para rondas nocturnas y fines de semana.
En este sentido se distingue el caso de Jánico, un municipio con 14,385 habitantes, que en nómina tiene cuatro bomberos, pero las funciones de chofer, bombero y encargado de la sede, (que funciona en el local de una carnicería), la realiza un solo empleado al que llaman “El único”, quien enfrenta las llamas con un antiguo camión donado por los bomberos de Salcedo.
Quienes han vivido una tragedia de esta naturaleza coinciden en que nunca es suficiente lo que pueda pagarse por el sacrificio del bombero y la bombera en un país donde históricamente han sido mal pagados con salarios que oscilan entre RD$3,000.00 hasta RD$500.00 mensuales.
En marzo de 2023, Jesús (Chu) Vásquez, entonces ministro de Interior y Policía, declaró en un encuentro con bomberos de Santo Domingo Este, que ese era “el año de los bomberos” y que comenzaría una reforma que incluye la dignificación de la vida de sus miembros.
Pero fue casi un año más tarde, en febrero de 2024, cuando anunció que los bomberos pasaban a ganar una compensación mensual de mínimo RD $15,000.00. Un bombero recibe además una compensación de parte de los ayuntamientos que dependiendo del rango va de cinco mil a ocho mil, en el caso de Santiago; en otros municipios esta ronda los RD$2,500.00 mensuales o menos. Apenas alcanzan el salario mínimo del sector público que es RD$19,352.50.
En 2019 el presidente de la República, Danilo Medina, envió al Congreso Nacional el proyecto de Ley de los Cuerpos de Bomberos para regular la organización, estructura y competencias.
Con el establecimiento del Sistema 9-1-1 en Santiago, las llamadas de emergencias pasan a un call center que ralentiza la asistencia, por lo que una cantidad apreciable de llamadas se hacen de manera directa.
En Santiago ocurren a diario de 2 a 3 incendios, de 6 a 8 conatos y de 5 a 6 escapes de gas residencial.
La mayor demanda de asistencia se trata de incendios en vehículos, especialmente por la adaptación de luces modernas y más fuertes a vehículos que de fábrica tienen sistemas de luces frías o de baja intensidad.
Entre las causas de asistencia a residencias en Santiago se manifiestan conatos a causa de sobrecalentamiento de cargadores de celulares.
A nivel de la provincia, se mantiene la quema de solares (como método para limpiarlos), como la principal causa de incendios cuando se descontrolan.
Además de la sede central hay dos subestaciones, una en Gurabo y otra en Nibaje y se cuenta con estaciones privadas instaladas en los parques de zonas francas de Pizano, Víctor Espaillat Mera y el ubicado en Matanzas.
La media en los últimos cuatro años de salidas es de 1,765 anual, aproximadamente. Estiman que el presente 2024 sobrepasará esa cifra y la del 2023 que totalizó 2,207.
Tomemos de muestra los meses de agosto, septiembre y octubre, dejan clara la dinámica a la que es sometido el cuerpo de Bomberos de Santiago, haciendo de las sirenas el soundtrack de días de la hidalga de los 30 caballeros.
Santiago ha sido noticia por la voracidad de las llamas: el histórico Mercado Modelo ubicado en la calle Del Sol, inició un siniestro pasadas las 11:00 de la noche del uno de agosto de 2024 y fueron necesarias doce horas de trabajo para sofocar las llamas de un siniestro que afectó 106 módulos, 60 totalmente. La causa fue unas conexiones eléctricas irregulares al interior de la plaza.
A horas de terminar este trabajo se incendiaron dos naves del complejo de zona franca de Gurabo. Para sofocarlo fueron necesarias todas las unidades disponibles de Santiago y la intervención de los cuerpos de bomberos de Licey al Medio, Tamboril y Villa González.
También en octubre el fuego destruyó cinco viviendas y afectó dos parcialmente en el sector Los Platanitos del ensanche Caonabo, próximo al Estadio Cibao. Acaecido en horas de la madrugada las llamas sorprendiendo a los residentes mientras dormían.
En agosto el Parque Industrial Víctor Espaillat Mera reportaba un incendio en una de las naves de insumos y suministros de materiales textiles. En un principio la unidad de los bomberos del parque le hizo frente, pero ante la intensidad fue necesario el auxilio de los cuerpos de bomberos del municipio y zonas cercanas.
Los bomberos santiagueros se destacaron por la pericia en la coordinación y manejo de la compleja situación presentada en agosto con la explosión de un tanquero con 12 mil galones de combustible para avión en la autopista Duarte, tramo La Vega-Santiago, en el sector vegano El Llano. La explosión, que terminó con el saldo fatal de la muerte del conductor.
Septiembre también fue literalmente caliente. El barrio Los Santos, ubicado en el sector Las Cayenas, vio reducirse a cenizas más de 18 viviendas. El Cuerpo de Bomberos evitó la propagación del incendio del caserío, inmuebles construidos en madera y zinc, por lo que el fuego se propagó rápidamente, para destruir los ajuares de las humildes familias.
Durante la última gestión del alcalde José Enrique Sued se ejecutó la construcción de un moderno edificio para alojar la sede central del Cuerpo de Bomberos de Santiago. A pesar de haber sido avanzada en un 75%, han transcurrido dos alcaldes y tres administraciones y la obra permanece en gris, tal como la dejó la administración que concluyó en 2010.
El diagnóstico de urbanistas consultados y expertos en emergencias es que la expansión de la ciudad convierte al Santiago de hoy en uno muy distinto al de hace 10 años, con cambios radicales en su arquitectura poblacional. El sector El Dorado I está enclavado en medio de uno de los tapones constantes de la ciudad, por lo cual la interconexión vial no es la adecuada para despachar emergencias hacia el centro, norte y sur los camiones de emergencia.
Además, la maqueta original contemplaba áreas verdes para expansión futura que ya fueron ocupadas, por lo que la estrechez para operar, maniobrar y capacitar haría inviable el espacio, reducido a una capacidad mínima dejando parqueo para apenas tres camiones.
A pesar de esto ha sido una de las obras más prometedoras en la historia reciente del primer Santiago de América.
Abel Martínez, entonces ejecutivo municipal anunció su terminación el 5 de julio del 2019, con una inversión de 40 millones de pesos. Lo mismo repitió el 29 de agosto de 2022, aunque en ambas ocasiones dijo tener los fondos, la obra nunca fue intervenida.
Todos los aspirantes a alcalde han prometido su conclusión, desde minoritarios hasta propuestas electoralmente viables como la del peledeista Víctor Fadul quien aspiró a alcalde en 2024 y en abril de 2022 presentó como diputado un proyecto de resolución solicitando al presidente de la República, la terminación y equipamiento de la sede.
El 22 de diciembre del 2022, directivos de las instituciones que integran Compromiso Santiago solicitaron a la vicepresidenta, Raquel Peña, su conclusión y nueva vez se prometió terminarla.
El 12 de julio de 2024 el actual alcalde Ulises Rodríguez informó su terminación, explicando que: “por fin será terminada esta obra tan importante, para lo cual el Gobierno separó desde hace tiempo los fondos correspondientes y no habían sido ejecutados por falta de gestión”.
El rol pasivo de los bomberos en la permisología y sanción ante construcciones de torres sin escaleras y sistemas de emergencias, es una preocupación para quienes trabajan el tema de seguridad y la exigibilidad de extintores y de sistemas automatizados para contrarrestar calor.
A pesar de las limitaciones, el coronel Alexis Moscat, coordinador de los Bomberos de Santiago, confía en su tropa para dar respuesta a una ciudad con gran cantidad de plantas de GLP contiguas a viviendas, torres sin sistemas adecuados para emergencias, plazas sin sistema de escaleras de emergencia, barrios inaccesibles de estrechas calles impenetrables por los camiones y de contar con rudimentarios métodos.
Destaca que las principales empresas de expendio de GLP tienen controles y medidas rigurosas de seguridad para evitar accidentes y que los efectos del calentamiento, la indiscriminada quema de solares para “limpiarlos” y la sequía son amenazas que se ciernen en la ciudad del Monumento.
Fundado en 1976 por el empresario y filántropo Eduardo León Asensio, actualmente funciona, pero también ha mermado la intensidad de su labor recaudadora. El rol de administración y control que por años mantuvo, ha sido relegado a una misión colaborativa dado que el cuerpo además de tecnificarse se ha incorporado a la nómina municipal y central dejando de lado el voluntariado.
Durante las emergencias producidas por el terremoto del 22 de septiembre de 2003, los bomberos mantuvieron una activa participación en rescate y evaluación de edificaciones.
El 6 de septiembre de 1863 ocurrió “el gran incendio”, un fuego que se extendió por la entonces pequeña ciudad destruyéndola prácticamente por completo.
En 2006 un incendio en las naves de una industria de papel ubicada en el hoy municipio de Puñal, generó un impacto tal que requirió una semana de trabajo para poder sofocarlo.
Las plantas de GLP produjeron dos graves emergencias: en 2010, una estación de Tamboril produjo un siniestro en que resultaron 6 personas heridas, 8 vehículos destruidos y una fábrica de salamis contigua a la planta destruida.
En 2020 otra planta, pero en Licey al Medio, produjo la muerte de seis personas de la manera más dantesca e inenarrable. El testimonio de personas despavoridas mientras eran consumidas por las llamas, produjo la consternación nacional.
La historia del Cuerpo de Bomberos de Santiago de los Caballeros se erige como un testimonio vivo del indomable espíritu comunitario que late en el corazón de esta ciudad, digno de mayor atención y mejor suerte.
El Cuerpo de Bomberos de Santiago debe llegar a la altura de su grandeza, pues Santiago sigue en amenaza de las llamas.