Reportaje

Estudiantes de la UASD enfrentan penurias por falta de recintos en el interior y de secciones de materias en la sede central

UASD

La universidad primada de América llega a su 486 aniversario con importantes desafíos pendientes, entre ellos, mantenimiento de algunas aulas deterioradas y actualización del pensum de algunas carreras.

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La Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD), primada de América, es la principal casa de estudios estatal de la República Dominicana. Fundada el 28 de octubre de 1538 por la Bula In Apostolatus Culmine, expedida por el Papa Paulo III, fue la primera universidad de América.

En este octubre, la UASD celebrará 486 años de historia, ofreciendo más de 90 carreras distribuidas en nueve facultades y 52 escuelas. Aunque es la institución de educación superior más antigua del país, enfrenta desafíos significativos: desde la calidad educativa y las condiciones de sus aulas, hasta la falta de sedes en las zonas más remotas.

Panorama visitó esta entidad académica para hablar con los estudiantes y conocer de cerca sus realidades, los retos diarios que enfrentan, el estado de las aulas y las dificultades con el sistema curricular.

Durante nuestro recorrido conocimos a la estudiante Beatriz Pérez, quien cursa el tercer semestre de Medicina; relata que vive sola en la Capital y depende económicamente de sus padres para cubrir el alquiler, la alimentación y otros gastos.

«Para los estudiantes de la provincia Independencia, es casi imposible trasladarse a Santo Domingo para estudiar y quedarse a vivir allí. La mayoría de nosotros, que utilizamos el recinto en Barahona para cursar Medicina, enfrentamos el problema de que esa carrera no se imparte en ese centro, por eso, nos vemos obligados a mudarnos a Santo Domingo», explicó la joven de 19 años quien considera que lo ideal debería construir una extensión en la provincia Independencia o que se ofrezca la carrera de Medicina para facilitar el acceso a la educación.

En la UASD, además de la sede central, la carrera de Medicina es impartida en Santiago y San Francisco de Macorís. Esto afecta a estudiantes como Maylin Pérez Espinosa, de 21 años, quien cursa el quinto año y está próximo a comenzar el preinternado. Tuvo que dejar a su familia y su pueblo Barahona para estudiar en la capital del país.

«Hace mucho que dejé mi pueblo, y al principio fue difícil alejarme de mi familia y adaptarme al sistema de aquí, en la capital. Primero viví con un familiar y ahora vivo sola, alquilada. Mis padres son quienes me ayudan económicamente», expresó la futura ginecóloga obstetra a Panorama.

Recintos, centros y subcentros de la UASD

La universidad estatal comenzó a construir extensiones en los pueblos a partir de 1970, con la finalidad de expandir su cobertura educativa en diferentes regiones de República Dominicana. En la actualidad, posee 19 recintos, centros y subcentros distribuidos en todo el territorio de la República Dominicana que incluye su sede central ubicada en Santo Domingo.

Actualmente, la UASD está en proceso de construir nuevas extensiones en varias provincias del país. Entre las más destacadas se encuentra la sede de Santo Domingo Este, que será una de las más grandes, con una capacidad para 7,000 estudiantes por tanda. Esta sede contará con aulas, laboratorios, áreas deportivas y otros servicios estudiantiles. Se espera que esté lista para 2027. Además, se están construyendo extensiones en las provincias de Bahoruco y Santiago Rodríguez.

La autonomía o fuero universitario de la UASD

El fuero universitario de la UASD fue establecido en la Constitución de la República Dominicana de 1966. Esta normativa reconoció la autonomía universitaria de la UASD, permitiéndole administrar sus asuntos académicos, administrativos y financieros de manera independiente del Estado.

Este fue un paso crucial en la consolidación de la UASD como una institución pública autónoma, reforzando su capacidad para desarrollar y dirigir su labor educativa sin interferencias gubernamentales directas.

Esta autonomía significa que esta alta casa de estudios tiene libertad para definir sus programas, planes de estudio, investigaciones y métodos de enseñanza, así como para organizar sus propios procesos de gobierno interno, como la elección de autoridades, la gestión de su presupuesto y la contratación de personal. Además, maneja los asuntos internos a través de sus propios organismos y tribunales internos, evitando la intervención externa en conflictos relacionados con la institución.

Cuando en la sede central los estudiantes no encuentran materias

El creciente número de estudiantes en la sede central no es suficiente para atender la demanda, lo que obliga a algunos a trasladarse a otras sedes en el interior del país, ya que las materias que necesitan cursar siempre están llenas, impidiéndoles avanzar en sus respectivas carreras.

Tal es el caso de Nicole Gutiérrez, estudiante de Bioanálisis, quien ha tenido que trasladarse desde Santo Domingo hasta la provincia de Valverde, Mao, para cursar una sola materia. Tiene que levantarse temprano y estar a las 6:45 en la parada para llegar a tiempo a clases.

La distancia que tiene que recorrer es de 209 kilómetros, con un tiempo estimado de 2 horas y 34 minutos en vehículo privado, mientras que en autobús público el trayecto puede tardar hasta tres horas debido a las frecuentes paradas. En transporte, gasta una suma de RD$1,100.00.

“El problema es que la carrera de Bioanálisis en la UASD es muy demandada, y abren pocas secciones de las materias con laboratorio. Además, el cupo es muy limitado, admitiendo solo a diez personas, por eso, pocos estudiantes logran entrar y las secciones son escasas. No soy la primera ni seré la última en pasar por esta situación», expresó.

Asimismo, comentó que, debido a no haber cursado esa materia, aún le falta por tomar otra del segundo semestre, enfrentando la misma problemática de pocas secciones y muchos estudiantes.

Durante nuestra visita a la UASD, también nos encontramos con Débora Soto, estudiante del quinto semestre de Bioanálisis, quien debe compaginar sus estudios con el trabajo para cubrir sus gastos universitarios. Débora se traslada desde San Cristóbal para poder avanzar en su carrera.

«Los que somos del área de la salud desearíamos que la Universidad facilitara la apertura de más secciones. Para quienes estamos en el horario vespertino-nocturno, es complicado conseguir cupos, especialmente en los laboratorios, debido a la dinámica de los profesores. Sería importante habilitar más secciones pensando en los que trabajamos y estudiamos. También necesitamos espacios más ergonómicos, donde podamos estudiar, con condiciones adecuadas como electricidad e internet», manifestó.

Por su parte, la joven estudiante Jennifer Guerrero, de 22 años, quien estudia Medicina y se traslada desde Cambita, San Cristóbal, desea que la UASD mejore los espacios físicos donde los estudiantes pasan la mayor parte del tiempo estudiando, especialmente las embajadas, que se encuentran en franco deterioro.

«Entiendo que se deberían mejorar algunas áreas, como las embajadas, que realmente necesitan mucha ayuda. En la biblioteca, por ejemplo, deberían equiparla con nuevas computadoras. Hay algunas, pero necesitan ser actualizadas», expresó.

En algunas carreras falta un rediseño curricular

Cada carrera universitaria posee un currículo alineado con las competencias que el estudiante adquirirá al culminar sus estudios y aplicará en el ámbito laboral, sin embargo, ¿los pensum actuales están alineados con los tiempos modernos?

«Los cambios exponenciales en la era del conocimiento han llevado a hablar de la necesidad de actualizar los currículums cada cinco años, incluso vi un reporte reciente que menciona que el conocimiento podría quedar obsoleto en tan solo tres meses, debido a la rápida transformación que este experimenta», afirmó Wener Ramírez, catedrático de la Facultad de Artes de la UASD.

Ramírez también expresó que, en esta era del conocimiento, ningún currículum estará completamente actualizado a las demandas del mercado, ya que los planes de estudio son modelos aspiracionales. «En ningún país del mundo, ni en la UASD ni en ninguna otra universidad, los currículums estarán al día con los tiempos actuales, porque el conocimiento no es estático, sino cambiante», añadió.

Por su parte, el director de la Escuela de Artes Plásticas, Manuel De Jesús Barias Sánchez, indicó que la Universidad está inmersa en un proceso de rediseño curricular, actualmente en fase de estudio y en vías de ejecución.

«Pero, ¿qué ocurre con ese rediseño curricular? por ejemplo, estamos bien en términos de software, pero tenemos deficiencias en hardware. La universidad, en su sede principal, se ha quedado muy atrasada en cuanto a equipamiento y en áreas adecuadas para la enseñanza. No solo para el currículum venidero, sino incluso para el que teníamos hace muchos años. Existe una deuda social en términos de instalaciones físicas que la Universidad y el Estado dominicano deben atender», añadió el maestro.

En tanto, Roberto Antonio Germán Santos, director de la Escuela de Publicidad, dijo que, aunque las universidades están atadas a las propuestas académicas en un currículo, los profesores tienen un compromiso con el esquema de asignaturas planteado desde un tiempo determinado.

«Independientemente de eso, como maestro, debes decir: ‘Esto ya no funciona de esta manera, porque funcionaba en una época que lo ameritaba’. Entonces, te actualizas, traes tus equipos, buscas información y eso es lo que aportas a los estudiantes. Estamos inmersos en un rediseño curricular que plantea una serie de retos, no solo en cuanto a equipos, laboratorios y espacios adecuados, sino también en contar con un personal idóneo, con todos los títulos y doctorados», explicó el profesor.

El deterioro consume algunas aulas

Estando en la UASD, nos dirigimos a la Facultad de Artes, donde observamos varias aulas en franco deterioro: sillas, pupitres, pizarras y el salón de clases en general no están aptos para impartir clases. En una de ellas, dos jóvenes estudiantes de Publicidad se mostraron incómodas por estar en un aula sin las condiciones adecuadas, teniendo que tomar clases en ese espacio.

Los profesores nos explicaron que, en épocas de calor, los estudiantes deben soportar temperaturas extremas porque el techo es de aluzinc. En otra de las aulas que visitamos, llovía tanto afuera como adentro, ya que el piso estaba inundado. La mesa del maestro estaba sostenida por una piedra, la pizarra estaba en malas condiciones y las paredes tenían la pintura levantada debido a la filtración.

Una de las aulas permanece cerrada y no se imparte docencia en esta porque está completamente destruida. Las sillas, pupitres, pizarras y paredes reflejan claramente el deterioro de las instalaciones de esa facultad.

Los maestros explicaron que, en épocas anteriores, el área de la Facultad de Artes era una de las más destacadas, pues solo con entrar en ella ya se “respiraba arte”. Las paredes estaban decoradas con diseños de los propios estudiantes, y era un espacio muy dinámico. Sin embargo, hoy en día, es todo lo contrario.

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