Panorama Político. -El informe Latinobarómetro 2024 destacó la evolución de la democracia en América Latina durante las últimas cuatro décadas. Aunque se han logrado importantes avances en materia de libertad, persisten grandes desafíos relacionados con las desigualdades sociales y económicas que dominan la región.
El documento calificó las democracias latinoamericanas como «semi soberanas y malamente consolidadas», con elementos no democráticos que las hacen “imperfectas”. Según el informe, Uruguay es la única democracia plenamente consolidada en la región, mientras que el resto enfrenta problemas estructurales que dificultan su fortalecimiento.
La desigualdad sigue siendo uno de los mayores obstáculos. A pesar de mejoras macroeconómicas, disminución de la pobreza y expansión de las clases medias, estas no han logrado traducirse en una reducción efectiva de las desigualdades. “Disminuir la pobreza no es lo mismo que reducir las desigualdades”, subraya el informe, destacando que estos cambios no dependen únicamente de una evolución intergeneracional, sino de políticas públicas concretas en el presente.
Otro desafío identificado es la falta de soberanía del votante, con decisiones frecuentemente controladas por grupos de interés, corrupción, poder económico y partidos fragmentados. Estos «poderes fácticos», como actores privados no electos y el poder económico concentrado, limitan la capacidad del Estado para imponer la ley y garantizar la equidad.
Además, el informe analizó la pérdida de autoridad estatal tras las protestas masivas entre 2010 y 2020, que evidenciaron la incapacidad de los gobiernos para atender las demandas ciudadanas. Esto debilitó aún más las instituciones y dio lugar a una ola de alternancia política sin precedentes, con 19 cambios de gobierno entre finales de la década del 2010 y 2024. Sin embargo, esta tendencia parece revertirse con los recientes triunfos del oficialismo en El Salvador, República Dominicana y México.
Latinobarómetro, producido por la Corporación Latinobarómetro con sede en Santiago de Chile, subraya que América Latina enfrenta no solo la falta de consolidación democrática, sino también una exposición desproporcionada a los efectos de la globalización y el capitalismo financiero sin mecanismos de apoyo similares a los de una Unión Europea.