Panorama Internacional. -El republicano Donald Trump retomó la campaña el martes desde un supuesto segundo ataque contra su vida el fin de semana, jactándose de que “solo los presidentes relevantes reciben disparos”, al tiempo que elogió a su rival demócrata, la vicepresidenta Kamala Harris, por llamarlo para saber cómo estaba.
Trump habló en una reunión municipal ante sus partidarios en Flint, una ciudad en el estado indeciso de Míchigan golpeada por la crisis del sector automovilístico y tristemente célebre por un escándalo de contaminación del agua potable con plomo.
El millonario estableció un vínculo entre lo que el FBI denominó un intento frustrado de asesinato en su contra en Florida el domingo y su promesa de imponer fuertes aranceles a las importaciones de vehículos desde México y China.
Se presentó como el salvador de la industria automotriz en su competencia con las empresas extranjeras.
“Y luego te preguntas por qué me disparan, ¿verdad? Solo los presidentes relevantes reciben disparos”, lanzó Trump.
Más temprano, su rival Harris, que hace campaña en otro estado clave, Pensilvania, se puso en contacto con el expresidente para “manifestarle lo agradecida que se siente de que se encuentre a salvo”, afirmó un alto cargo de la Casa Blanca.
El gobierno la describió como una “conversación cordial y breve”. En su mitin, Trump sorprendió al asegurar que Harris “no podría haber sido más amable”.
El magnate, de 78 años, había señalado previamente que el sospechoso detenido por el nuevo ataque contra él “se creyó la retórica” del presidente Joe Biden y de Harris de que es una amenaza para la democracia, “y actuó en consecuencia”.
“Creo que quieren matar a Trump para que Trump no pueda intentar hacer su segundo mandato”, opinó en el evento en Flint el trabajador automovilístico jubilado Donald Owen, de 71 años.
Trump y Harris recorren los seis o siete estados clave, cuando la demócrata de 59 años lleva una muy ligera ventaja en los sondeos desde el debate del 10 de septiembre.
“Si miramos las encuestas realizadas después del debate y las hechas antes, la dinámica a favor de Harris es clara”, escribió este martes un especialista del sitio Five Thirty Eight, que agrega y analiza numerosos sondeos. Precisa, sin embargo, que el margen es corto.
El mismo sitio señala que, por primera vez desde julio de 2021, Harris obtiene tantas opiniones favorables como desfavorables (46.6%), mientras que hasta hace poco dominaban en gran medida las negativas.
La candidata ha recibido el respaldo de artistas influyentes. Al de la cantante Taylor Swift se sumó este martes el de la artista pop Billie Eilish.
En una entrevista en Filadelfia, Harris condenó el papel de Trump en la difusión del bulo de que los migrantes haitianos comen perros y gatos en una pequeña ciudad de Ohio, donde se suceden las amenazas de bomba y los cierres de lugares públicos.
“Es un verdadero escándalo”, denunció, y afirmó que “la responsabilidad de ser presidente de Estados Unidos” es incompatible con “este tipo de discurso de odio”.
La vicepresidenta basa su programa en pocos puntos: la promesa de una “nueva generación” y un “nuevo camino” para el país, una economía centrada en la clase media y la protección de las libertades fundamentales, incluido el derecho al aborto.
El martes condenó las restrictivas leyes sobre interrupción voluntaria del embarazo en Estados Unidos, tras la publicación de un artículo del medio ProPublica sobre la muerte de una mujer de 28 años en Georgia (sur) porque no se le practicó un legrado a tiempo.
“Esta joven madre debería estar viva, criando a su hijo y persiguiendo su sueño” de estudiar enfermería, afirmó.
Según ProPublica, que consultó documentos confidenciales, es la primera muerte “evitable” desde que en 2022 la Corte Suprema, de mayoría conservadora, sobre todo desde el mandato de Trump, dejó en manos de los estados la posibilidad de legislar localmente sobre el derecho al aborto.
La tensión en torno a esta campaña, ya de por sí fuera de lo común, se disparó el domingo.
Trump ya sobrevivió en julio a un intento de asesinato cuando un hombre armado abrió fuego contra él durante un mitin en Pensilvania.
El domingo se encontraba en el campo de su club de golf de Florida cuando varios agentes del Servicio Secreto “abrieron fuego contra un hombre armado” que se hallaba cerca del lugar. Se trata de Ryan Routh, un estadounidense de 58 años.
Iba armado con un rifle con mira telescópica y un equipo de grabación de video pero, según la policía, no disparó a Trump. Huyó del lugar antes de ser detenido poco después.