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Los amos del azar, el imperio silencioso detrás de un negocio lucrativo

Las bancas de lotería y apuestas deportivas se han multiplicado por todo el país. Hay más que colmados, más que farmacias, más que escuelas. En cada cuadra, una pequeña caseta atendida por una trabajadora mal pagada, forma parte de un engranaje que mueve miles de millones de pesos al mes, con escasa supervisión del Estado.
Los nombres que gobienran lel juego de azar en RD

Los dueños de bancas de lotería no solo acumulan riquezas con la evasión de impuestos, también construyen una red de poder que conecta las bancas con los pasillos del Congreso.

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En República Dominicana, la suerte es un negocio. Y uno muy rentable. Millones de personas apuestan cada día con la esperanza de cambiar su destino con un boleto ganador, pero en este juego, la verdadera fortuna no está en los jugadores, sino en los dueños del sistema.

Las bancas de lotería y apuestas deportivas se han multiplicado por todo el país. Hay más que colmados, más que farmacias, más que escuelas. En cada cuadra, una pequeña caseta atendida por una trabajadora mal pagada, forma parte de un engranaje que mueve miles de millones de pesos al mes, con escasa supervisión del Estado.

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El modelo de negocio es simple: los usuarios intercambian dinero real por un pedazo de papel, pero detrás de esa simple transacción, hay un imperio multimillonario que opera con libertad. Casi ninguna banca acepta tarjetas; todo se mueve en efectivo, lo que facilita la evasión fiscal y vuelve invisible el volumen real del negocio. Aunque existen regulaciones, se aplican con una flexibilidad que favorece a los dueños del juego, quienes han sabido moverse con comodidad entre la legalidad y el poder.

¿Quiénes son los verdaderos amos del azar?, ¿cuánto dinero manejan?, ¿cuántas bancas controlan y de qué manera han moldeado las reglas a su favor?


Los amos del azar: quiénes son y cuánta riqueza poseen en República Dominicana
En la República Dominicana, el negocio de las bancas de lotería es un universo donde el azar se entrelaza con fortunas personales que a menudo superan la imaginación.

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Para entender este sector, es crucial mirar a sus verdaderos beneficiarios: los dueños, muchos de los cuales han amasado imperios millonarios en un ambiente con una regulación que a veces parece quedarse corta.

Pedro Alegría: el magnate de Leidsa

Si hay un nombre que resuena con fuerza en la industria del juego dominicano, ese es Pedro Alegría. No solo fue el creador de Leidsa, la pionera lotería electrónica del país, sino que también supo consolidarla como una de las más poderosas.

Su influencia se extendió al Senado, donde durante tres períodos consecutivos representó a San José de Ocoa, una plataforma desde la cual pudo proteger los intereses de su sector.

Leidsa opera con una discreción notable, sin grandes escándalos ni publicidad agresiva, a pesar del enorme volumen de dinero que maneja a través de su red de distribución en miles de farmacias a nivel nacional. Al dejar el Congreso en 2020, Alegría declaró un patrimonio que superaba los 1,500 millones de pesos.

El caso de Loteka: la lotería bajo una sombra corporativa

La empresa que encabeza la estructura de Loteka no está registrada en el país. Se trata de Fixtil Corporation LTD, una sociedad constituida en el extranjero, con acciones al portador, lo que impide conocer con certeza quiénes son sus verdaderos propietarios.
Desde esa compañía se controla Loteka SRL, marca que sirve de plataforma a cientos de consorcios de bancas que operan bajo su sombrilla. Muchas de esas bancas funcionan sin regulación, y aunque están conectadas a Loteka, no existe claridad sobre quién está detrás del negocio.

La existencia de una matriz extranjera con acciones que no dejan rastro visible, crea un cerco de misterio en uno de los sectores que más dinero mueve en efectivo en el país.
Eduard Espiritusanto: el senador con una fortuna de casi mil millones bajo la lupa por bancas ilegales.

Con un patrimonio neto declarado de RD$962.7 millones, el actual senador por La Romana, Eduard Alexis Espiritusanto Castillo, se sitúa entre los legisladores más acaudalados del país. Su declaración jurada revela inversiones millonarias en bienes inmuebles, cuentas en dólares y euros, vehículos de lujo, certificados financieros y hasta RD$50 millones en ganado.
Sin embargo, su riqueza no es lo único que llama la atención. Según denuncias de Fenabanca, Espiritusanto estaría vinculado a la operación de centenares de bancas sin regularizar, lo que representa una evasión millonaria al fisco y una amenaza directa a la institucionalidad del sector.

En su declaración jurada, Espiritusanto reconoce haber presidido el Consorcio de Bancas Eduard por más de 20 años, además de recibir comisiones millonarias anuales por bancas deportivas, confirmando así su participación activa en el negocio del azar. También declara una participación como accionista en Fixtil Corporation, empresa matriz de Loteka.

Juan Carlos Echavarría: otro legislador bajo la lupa de Fenabanca por un imperio de 600 bancas
Si el caso del senador Espiritusanto ya generaba preocupación, el del diputado Juan Carlos Echavarría Milane, por la provincia Santo Domingo, no se queda atrás. Con un patrimonio neto declarado de RD$393.5 millones, Echavarría también figura entre los legisladores más ricos. Su nombre aparece en los señalamientos de Fenabanca, que lo vincula a un consorcio —Bancas Joselito y Negosur— que operaría más de 600 bancas, de un total de más de 1,500 bajo la sombrilla de Loteka, sin regularizar.

Además, Echavarría reconoce en su declaración jurada ser presidente del Consorcio de Bancas Joselito, accionista en Negosur SRL, y beneficiario de millonarios certificados financieros a nombre de su empresa de bancas. También declara ingresos por RD$28.9 millones anuales derivados directamente de su negocio de loterías. Pero lo que más llama la atención es su participación accionaria en Fixtil Corporation, la misteriosa empresa extranjera que controla Loteka desde el anonimato.

Aunque declara solo 14,000 dólares como capital invertido en esa sociedad panameña, el dato confirma su vínculo directo con una de las estructuras más cuestionadas del juego en el país.

Sergio Moya: de empresario de apuestas a legislador en la mira pública​
Sergio Moya, conocido como «Gory», ha transitado un camino notable en la República Dominicana, pasando de ser un empresario prominente en el sector de las apuestas a ocupar un escaño en la Cámara de Diputados. Como presidente de las bancas de apuestas deportivas Merengue Sport, Moya consolidó su presencia en la industria del juego. Según un reporte oficial de la Lotería Nacional, tiene registradas 21 bancas deportivas, todas operando bajo su marca comercial.

En 2023, su nombre emergió en el expediente de la «Operación Calamar», una investigación que lo señala como coordinador de un esquema de cobros ilegales a bancas de lotería y apuestas deportivas. Según delatores, Moya habría asumido este rol en agosto de 2018, manteniéndose hasta mayo de 2020.

Aunque su última declaración jurada conocida es de 2016, donde reportó un patrimonio neto de RD$342,915,088.80, no existe una actualización pública reciente que confirme si su fortuna ha crecido.

Moya es de los pocos legisladores vinculados al negocio del juego que ha estado bajo investigación penal directa, lo que lo coloca en una posición más expuesta que el resto. Su figura sigue siendo una mezcla de poder económico, controversia y calle, con presencia tanto en el Congreso como en las apuestas del barrio.


Luis Alberto Tejeda: el banquero millonario que jugó en la política con más de 2,000 bancas y más de RD$200 millones
Luis Alberto Tejeda no es solo un exdiputado ni un excandidato a alcalde de Santo Domingo Este. Es, ante todo, un empresario del juego que ha sabido mover sus fichas con precisión. En su declaración jurada de salida reportó un patrimonio de más de RD$205 millones.
Pero su verdadero poder reside en las aproximadamente más de 2,000 bancas de lotería y apuestas que controla a través del Consorcio de Bancas La Soñadora, muchas de las cuales, según reportes periodísticos y fuentes del sector, operan fuera del marco regulado, sin licencias visibles ni control fiscal. Su consorcio opera bajo la concesión de Loteka, lo que lo vincula directamente al esquema de esa entidad.

La Declaración Jurada de Patrimonio (DJP) también revela que Luis Alberto es accionista en sociedades como GLC-Tejeda Racing SRL, Tejeda Pimentel Negocios Inmobiliarios SRL y Residencial Toscana Oriental SRL, fortaleciendo su imagen como un empresario multifacético y con una red societaria amplia.


Antonio Cruz Torres: tres períodos en el Senado y un emporio de loterías familiares
Antonio de Jesús Cruz Torres, quien fuera senador por Santiago Rodríguez durante tres períodos consecutivos (2006-2020), declaró un patrimonio neto de RD$140.5 millones. Es fundador de Banca de Lotería Nacional Antonio Cruz SRL, Antonio Cruz Sport SRL e Inmobiliaria Antomar SRL. Su esposa, hijos y hermanos también trabajan en esas compañías, lo que confirma que se trata de un negocio manejado desde el círculo familiar.

Tiene 265 bancas registradas según el Ministerio de Hacienda y a diferencia de otros casos, Cruz Torres sí declara de forma directa su vínculo con el sector.


Orlando Martínez: el rey de las rifas y de Lotedom con un imperio que supera los 6,000 puntos de venta
Si hablamos de poder en el negocio del azar, el nombre de Orlando Martínez no se queda atrás. Diputado por Monseñor Nouel, dueño del consorcio Bancas OM y accionista mayoritario de Lotedom, su influencia trasciende los muros del Congreso y se extiende por miles de barrios.
Aunque su declaración jurada de 2024 reporta unos RD$108 millones en activos netos, este monto contrasta con su condición de propietario de quizás la mayor red del país de juegos de azar.


Lotedom, la lotería que preside, figura como concesionaria de más de 6,700 bancas a nivel nacional. De ese total, presuntamente al menos 1,381 no cuentan con los permisos requeridos por las autoridades. Dentro de esa estructura, Bancas OM —su consorcio personal— opera más de 2,200 puntos, de los cuales 685 también se dice que estan fuera del marco regulatorio. En otras palabras, es probable que una parte importante de su imperio funciona al margen de la ley, sin consecuencias visibles.

Martínez fue el principal impulsor de la designación de Luis Maisichell Dicent como director de la Lotería Nacional en 2020, un nombramiento que terminó en el escándalo del «fraude del bolo 13». Menos de un año después, Dicent fue arrestado y acusado de dirigir una mafia que manipulaba sorteos para beneficiar a consorcios aliados. El fraude fue transmitido en vivo. El país entero lo vio, pero nadie de los círculos políticos que lo impulsaron ha rendido cuentas.
Además, Martínez fue un financiador clave de la campaña presidencial del 2020 del actual gobierno, asegurándose, como siempre, estar del lado del poder.

En su caso, el negocio del azar no solo genera riqueza, también le garantiza influencia política, económica y territorial.

En su declaración jurada más reciente, el legislador reconoce participaciones en varias compañías, pero con valores que parecen no corresponder al peso económico real de las mismas. Por ejemplo, declara 200 acciones en Lotedom por apenas RD$1,000, por acción, (PA), una cifra muy por debajo del valor de una empresa que opera más de seis mil puntos de venta en todo el país.

También consigna una inversión de RD$2,000, (PA) en el Hotel Bonao Inn con 980 acciones, y RD$1,000 (PA), en la empresa Helicópteros Comerciales (Helicom, S.R.L.) por un total de 3,920 acciones. Estos montos declarados, en relación con el nivel de operación, valor y utilidades de estas compañías, abren un signo de interrogación sobre la correspondencia real entre su patrimonio y lo reportado oficialmente.


Manuel Miguel Florián Terrero: el dueño de Los Mellizos con 803 bancas bajo escrutinio
Manuel Miguel Florián Terrero, exdiputado por la provincia de Barahona, es uno de los legisladores con vínculos más directos con el negocio de las bancas de lotería. Antes de asumir su curul, fue presidente del Consorcio de Bancas Los Mellizos, una red de apuestas que continúa operando bajo su entorno familiar.

Su declaración jurada de patrimonio más reciente reporta un patrimonio neto total de RD$77,181,070.63, compuesto por bienes inmuebles valorados en casi 20 millones, tres vehículos de motor, dos armas de fuego, más de RD$60 millones en certificados de inversión, cuentas bancarias y participación accionaria en una empresa, descontando unos RD$11.3 millones en préstamos personales.

Según registros cruzados con la Lotería Nacional, su consorcio estaría operando 803 establecimientos, de los cuales al menos 383 no estarían regularizados, generando una evasión estimada de RD$24.6 millones solo en 2021. En 2020, la Junta Distrital de Villa Central interpuso una demanda contra el legislador, alegando que al menos 35 de sus bancas funcionaban sin pagar arbitrios municipales. También está vinculado al esquema de operación de Loteka.

Aunque no se declara accionista formal, en su DJP figura que su esposa trabaja en el Consorcio de Bancas Los Mellizos SRL, lo que indica que la empresa sigue bajo control familiar. Esta desconexión entre lo declarado y lo que en los hechos continúa gestionando, vuelve a plantear interrogantes sobre la transparencia y los vacíos legales que permiten a ciertos funcionarios ocultar negocios clave detrás de estructuras familiares.

Estos son algunos de los nombres que dominan el negocio del azar en la República Dominicana, figuras que a menudo combinan el poder económico con la influencia política, en un sector que sigue generando interrogantes sobre su regulación y transparencia.

Conclusión: la casa siempre gana
El negocio del azar en la República Dominicana no es solo una actividad comercial: es una maquinaria económica y política con engranajes bien engrasados. Un sistema diseñado para extraer millones cada día en efectivo, sin transparencia, sin regulación efectiva, y con una red de poder que conecta las bancas con los pasillos del Congreso.

Mientras miles de dominicanos apuestan su último peso con la ilusión de un golpe de suerte, los verdaderos ganadores ya están definidos. No están frente a la ventanilla con un ticket en la mano, están en una torre corporativa o sentados en una curul del Congreso, pues no se trata de un juego limpio sino de un sistema amañado donde la banca no solo gana, también manda.

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