Ingenio, valor, audacia y solidaridad, resumen a este hombre

Panorama Opinión. Andares van, andares vienen, al final, la vida se resume en aciertos y desaciertos, vicisitudes, engaños y desengaños. Y en medio de todo, la lucha incesante por la libertad, la democracia, contra la opresión y la envidia de muchos y el aprecio e incondicionalidad de otros.

Esa ha sido la lucha de Williams Nelson Romero Báez, mejor conocido en el mundo periodístico y artístico como Daddy Romero. Un caricaturista genial, ilustrador inigualable, y paisajista por demás.
A través de medio siglo ha dejado su huella en diferentes medios de comunicación, pero la amarga y oscura Pandora, aun no ha abierto el baúl para dejar salir la esperanza de conseguir un techo propio.

Un hombre fiel a sus principios, a quien la vida ha dado la espalda en muchos sentidos. Tener la incondicionalidad y solidaridad de Daddy es un asunto incuestionable y no manipulable. El es como es y seguirá siendo.

Luchador incansable por la democracia, ha sufrido los avatares del ostracismo y la persecución de sectores poderosos en una época en que la los “guapos” se atrevían.

Hoy, 50 años después de su inicio como caricaturista editorial del desaparecido periódico El Sol, continúa trasegando los mismo espinosos caminos del principio, este artista del humor político se ha jugado el todo por el todo, apostando a sus cartas. La democracia, la libre expresión y el imperio de la verdad. Y le han pagado con el aislamiento.

50 años de trabajo esforzado y tenaz, todavía no terminan de cuajarse en un simple techo para el y su familia, para descansar un poco del trajín del sube y baja en que se ha convertido su existencia.
Hasta su propia organización política, a la que ha apoyado desde su fundación, le ha dado la espalda. Yo pregunto, Daddy, ¿dónde están los compañeros, compañeritos y demás que ayudaste a salir del incógnito político? Ese es el destino del solidario, del amigo, del que antepone el bienestar por la ayuda. Como los gatos, cierran los ojos para no ver la mano que se les tendió en su momento.
No basta con los reconocimientos, merecidos por tu trabajo, es que el Estado, el gobierno, debería recompensar tu lucha incansable.
Sin un techo propio, una pensión de hambre, mientras otros que no han hecho nada, nadan en la abundancia de la corruptela política. ¿Nadie alzará la voz por Daddy? La pregunta está planteada y las respuestas se esperan de una vez por todas. ¡Basta ya de demagogia!