Panorama Estilo de Vida. Una de las más grandes preocupaciones de las mujeres en términos de belleza es la caída del cabello.
Múltiples factores pueden ser los causantes de la pérdida de pelo y entenderlos es vital para enfrentar el problema que tiene impacto en lo emocional y físico.
La alopecia puede tener raíces desde lo hereditario y hormonal, hasta enfermedades, episodios de estrés agudo o transformaciones en los hábitos de vida.
De acuerdo a los expertos, la pérdida puede afectar tanto al cuero cabelludo como, en ocasiones, a otras áreas.
Las condiciones heredadas provocan que los folículos se reduzcan poco a poco y disminuya la producción de cabello, progresando en el tiempo si no se trata.
Las alteraciones hormonales vinculadas al embarazo, la menopausia o enfermedades tiroideas impactan directamente en la salud capilar. La doctora Shoshana Marmon, profesora adjunta de dermatología en el New York Medical College, señala que “la hormona tiroidea es sumamente importante; si se encuentra baja puede sentirse un estado similar al estrés intenso, y como consecuencia, una cierta caída de cabello”.
El estrés emocional o físico se asocia al efluvio telógeno, donde acontecimientos como duelos, cirugías, enfermedades graves o pérdida rápida de peso pueden causar caída repentina a los dos o tres meses del evento; suele ser reversible si se supera la causa.
Otros motivos comunes incluyen deficiencias de vitamina D, hierro y proteínas, además de peinados demasiado ajustados o tratamientos químicos agresivos.
El tratamiento adecuado depende de identificar primero la causa que origina la caída. Dependiento la raíz existen opciones como terapia láser, medicamentos recetados, alimentación, reducir el uso de peinados ajustados, evitar químicos agresivos y minimizar fuentes de calor.