Panorama Nacional. A propósito de la era global y la internet que vaticinó el teorico Marshall McLuhan en el 1969, las generaciones actuales han decidido atar sus emociones y pensamientos a las tierras raras que están en las pantallas de teléfonos móviles, tabletas y computadoras, dedican un tiempo preciado expuestos a estos dispositivos para interconectarse con el mundo y alejarse de sus entornos y de ellos.
Así lo externó la psiquiatra Alexandra Hichez, quien explica que la situación del consumo de equipos eléctricos y para internet es preocupante, por su exposición a la pantalla, dedicando horas diarias que sumadas hacia futuras décadas dará como resultados, un tiempo perdido, vago, sin fruto alguno.
Su gran detonante ha sido la observación inteligente del comportamiento de la colectividad dominicana de normalizarlo todo y que ya nada causa asombro, nada es atractivo ni novedoso, es como si todo está sentado y dado por hecho, por estar atentos a totalidad de las redes sociales, el teléfono y la internet. Distraídos en el hogar.
“Está demostrado que el que ocupa un tercio del tiempo libre que le corresponde, cuando se hacen las estadísticas y la media de la proyección que ahora mismo estamos viviendo, nos damos cuenta que se pierde 12 años de la vida frente a un dispositivo”, advirtió.
Detalló que: “Cuando se ve que el teléfono no es elemento de trabajo, tienes cuatro horas, de un día de 24 horas, de las cuales ocho son trabajando, ocho durmiendo, te quedan ocho libres, y cuatro para tus responsabilidades y quedan cuatro horas de ocio, en vez de dedicar al autocuidado y a mejorar la calidad de vida, están en un dispositivo”.
La psiquitra destacó a estos como aquellos que dicen que no tienen tiempo de hacer una llamada, “soy tajantes con los días especiales, de mi cumpleaños, de las madres y la Navidad, no me envíen emojies ni difusiones, que no los respondo”.
Este uso desproporcionado causa fatiga visual y dolor muscular hasta ansiedad, depresión y trastornos del sueño. Además, problemas, muscoesqueléticos que provocan lesiones en el cuello, lesiones en las manos, insomnio, riesgos al volante al conducir, baja actividad física o ejercicios, nomofobia, aislamiento social, ansiedad y depresión.
Nomofobia: La nomofobia, abreviatura de «no-mobile-phone phobia» (fobia a no tener teléfono móvil), es el miedo irracional y la ansiedad que experimentan las personas cuando se encuentran sin su teléfono móvil o no pueden utilizarlo.
Este temor puede desencadenarse por diversas situaciones, como quedarse sin batería, no tener cobertura o simplemente olvidarlo en casa.