Panorama Deportes.- Cuando hablamos de jugador más valioso en las grandes ligas no sólo tenemos que ver los números de fríos en cada liga, si no, lo que el jugador le aporta al equipo desde el punto de vista defensivo o “miedo” en la alineación.
En La Liga Americana el jugador más valioso y unánime debe ser Aaron Judge de los Yankees de Nueva York, pero hay otros peloteros que si reciben votos de primer lugar no debe sorprender o ser criticado.
Es el caso de Bobby Witt de los Reales de Kansas City o el mismo lanzador de los Tigres de Detroit Tarik Skubal.
En La Liga Nacional aparentemente Shohei Ohtani de los Dodgers de Los Ángeles debe ser el ganador unánime, pero hay otros jugadores que tienen una excelente temporada y podrían lograr algunos puntos y nadie puede hablar mal de eso, el de los Mets Francisco Lindor es el principal candidato a evitar la unanimidad, siendo los dominicanos Elly De La Cruz y Marcell Ozuna los que pelearían los siguientes lugares.
Nunca tendremos como medir con parámetros únicos cada premio y así acercarnos a lo exacto, porque cada quien que tiene el derecho al voto tiene una idea muy particular de quién debe ser por una u otra razón el mejor.
Y les pongo un ejemplo, José Ramírez de los Guardianes de Cleveland debe ser uno de los principales candidatos para MVP de la Liga Americana, una temporada alrededor de un 40-40 le debe asegurar un top 3.
Le agregamos que el lanzador relevista de los Guardianes de Cleveland el dominicano Emmanuel Clase también debe ser considerado y debería obtener votos, su trabajo ha sido de valía.
Al final concluimos que el MVP es, independientemente de sus estadísticas, el que considere quien vota desde su punto de vista “muy particular”.
No es lo mismo el favorito del mercadeo, de los fanáticos y de los periodistas.
Al final del túnel, tal vez, hay luz, y veremos a un bateador plenamente designado como MVP para que esa mal creencia termine de una vez y por todas.
Batear saliendo desde la banca no es fácil, tampoco lo es para el jugador defensivo, porque lo más difícil del juego es darte a la bola y que nadie la atrape.
